Con guión de José Luis Garci y teniendo como protagonista a José Luis López Vázquez, La Cabina llegó a recibir un premio Emmy en 1973, es decir, un año después de su estreno, y Antonio Mercero subió a los altares del cine español, solo por este corto memorable e inolvidable. Inolvidable sobre todo si uno lo ve de niño, cuando aún no tiene una cultura cinematográfica vasta o sesgada. Un cortometraje que marca: pasó en mi caso e hice la prueba con unos pequeños y aún la recuerdan, ¡vaya si la recuerdan! Me pasa con ella como con aquellas imágenes de El Cebo, de Vajda, o los leprosos de La tumba india, de Lang. Marcan la infancia. Quien no la haya visto, pues ¡qué envidia! Para los que sí, nunca está de más volver a darle un visionado... y recordar fantasmas o demonios de aquella prehistórica infancia. Por cierto, yo la vi en blanco y negro. Luego me encontré con la sorpresa de que estaba rodada en color: grata sorpresa.
ÁCS
Bueeeeeeeno, La Cabina.
ResponderEliminarAndaba yo por aquel tiempo paseando por mi niñez y fue lo único que consiguió que dejara de hacer bromas por teléfono.
En esos años había cabinas, por lo menos en mi barrio, que cuando estaban llenas de monedas no costaba llamar. Así que al salir del cole, nos íbamos cuatro gamberras y yo a hacer bromas a las vecinas.
Algunas, que no entendían nuestro humor blanco, daban el parte a mi madre de lo que hacía y ésta, me daba unos azotes. Pero era tan emocionante que no podía evitarlo... Eran tantas risas que merecía la pena pagarlas con azotes.
Hasta que vi la peli, en blanco y negro. Fui dejando esta afición que tantos placeres me dio durante mi niñez. La angustia de quedarse encerrada en una cabina me cambió el modo de ver la vida.
Buenísima película.
Besos, Ángel.
No creas que no te imagino gastando esas bromitas. Va contigo, jeje. Es una peli que nos marcó a todos. La he estado viendo otra vez esta tarde y, joder, todavía acongoja. Desde luego se le han buscado interpretaciones simbólicas de todo tipo: ya sabes, lo de la angustia del hombre moderno, etc., etc. Desde luego, ese silencio en el que queda sumido el personaje una vez queda dentro... uf: grita, clama, chilla, pero nadie lo escucha, nadie puede oírle. Es un corto-crack. Y al final, la muerte, después de todo ese sufrimiento de incomunicación. En fin, es lo que nos espera a todos, glup.
EliminarBesos, Tow.
El tema bromas, me encanta. Creo que soy la única, o de las pocas, que aún celebra a lo grande el día de los inocentes. Se me ocurren muchísimas cosas para hacer, en fin. A ver si maduro algún día.
ResponderEliminarLa muerte nos espera a todos, desde luego, pero falta aún muuuuucho tiempo para eso.
Otro abrazo.
¿Alguien sabe donde puedo conseguir el libro de La cabina?
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