Inicio desde hoy una serie literaria dedicada a la poesía erótica, arte en el que yo aún no he participado como obrero. Con ella me he reído más que con ninguna otra. Desde que el castellano comenzó a utilizarse también como lengua apta para la literatura, los poetas afilaron sus plumas de manera jocosa, sarcástica e irónica, empleando tales potencias también con el erotismo, erotismo que a veces cobra ciertos tintes lúbricos y escabrosos que, a nosotros, y más en los tiempos que corren, pues solo nos hace esbozar sonrisas y soltar carcajadas a troche y moche. Muy buenos ratos he pasado leyendo este tipo de poemitas en los que han participado, no creáis, las plumas más castas (supuestamente) y sensibles de nuestra historia literaria. Ya iréis viendo; ¿o no recordáis a aquel Bécquer de Los Borbones en pelota?
Esta que os dejo, "¿Qué es cosa y cosa?" (esa pregunta tan propia de adivinanzas antiguas), se le atribuye a don Luis de Góngora y Argote, insigne poeta cordobés de nuestros gloriosos Siglos de Oro, que compaginó el culteranismo con una poesía más cercana, por popularizante, como esta.
¿Qué es cosa y cosa?
Decid qué es aquello tieso
con dos limones al cabo,
barbado a guisa de nabo,
blando y duro como hueso;
de corajudo y travieso
lloraba leche sabrosa:
¿qué es cosa y cosa?
¿Qué es aquello que se lanza
por las riberas del Júcar?
Parece caña de azúcar,
aunque da botes de lanza;
hiere, sin tomar venganza
de la parte querellosa;
¿qué es cosa y cosa?
Aquel ojal que está hecho
junto de Fuenterrabía,
digaisme, señora mía:
¿cómo es ancho siendo estrecho?
Y ¿por qué, mirando al techo,
es su fruta más sabrosa?
¿qué es cosa y cosa?
¿Por qué vuela pico a viento,
y sin comer hace papo?
¿Por qué, cuanto más le atapo,
más se abre de contento?
Y, si es tintero de asiento,
¿cómo bulle y no reposa?
¿qué es cosa y cosa?
ÁCS
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